viernes, 26 de noviembre de 2010
RAZONES DE AMOR
jueves, 18 de noviembre de 2010
Un poema de mi hijo Iván Enrique
Espíritu Atrapado
Octubre/1995
Quién está ahí!
Quién está ahí!
Cuatro esquinas de madera o plástico
reunen a cuatro personas que buscan,
buscan saber, buscar pasar un rato, compartir
soledades. ¡ Soy uno de esos cuatro!
Quién está ahí!
Quien está ahí!
La noche me encuentra en posición fetal.
Trato de llorar y no encuentro las lágrimas,
esas son parte del cuerpo que yace así,
yo no tengo ojos...no puedo llorar.
No hay reflejos
rompiendo la oscuridad para
mis visiones que
enjauladas esperan.
Quién está ahí!
Quién está ahí!
Silenciosamente me apoyo entre brujas:
mi madre, sus amigas...
y estoy convencido que todo es causa y efecto.
De-cisión y aguardar el momento.
Quién está ahí!
Quién está ahí!
Solo soy yo,
espíritu vagabundo
atrapado en este extraño
llamado cuerpo.
Igual ¡te amo madre!
I.V.E
domingo, 14 de noviembre de 2010
Amor en el Cosmos
Entre nubes sinuosas, cual suaves copos de algodón,
están mis ilusiones, ensueños y se acuna mi corazón.
Adorno, cual árbol las puntas de brillantes estrellas
con miles de besos y caricias que son cual centellas.
En la cola de cada cometa encantado que vuela raudo
cuelgo en lienzo los te amo, que guardo a buen recaudo.
En un asteroide de sueños tiendo, amorosa, el tibio lecho
que cobijará nuestros cuerpos cubiertos de raros helechos.
Mañana iremos a observar miles de aureos amaneceres
mi vida! para en la tarde, caer embriagados de placeres.
En todos los soles y todas las lunas del universo inmenso
se sabrá de esta pasión, que es signo de este amor intenso.
Reirán y llorarán las estrellas y los cuerpos celestes todos,
la sublimación de dos locos observarán en mil modos.
Hemos, mi gemelo cósmico tantas veces unidos navegado
por mundos diversos, por el éter impalpables, libres volado.
Hemos ido formando anillos de vapores, chispas candentes,
asteroides rosados, campanillas de estrellas por amores.
Y aquí otra vez frente a frente...al todo a la nada, unidos
por la única fuerza que no termina, el amor, coludidos.