miércoles, 21 de septiembre de 2011
LA SOMBRA.
de Patricia F. Echeverría Silva, el Domingo, 11 de septiembre de 2011 a las 21:01
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Se mueve en el pequeño espacio que habita, once o doce pasos para llegar al pequeño baño y ducharse, mismos de vuelta a su pequeña habitación, deja caer su cansado cuerpo y se siente en el lecho para vestirse…¿Se vestirá hoy?, ¿para qué? En fin se viste y camina otra vez esta vez son diecinueve a 20 pasos hasta la cocina americana, se sonríe, ¡sabe sonreír aún!
Abre su ” frigidaire” para sacar leche y tomar su frugal desayuno, suena en la mínima distancia su televisor, sus mascotas fieles aún duermen enroscadas sobre su cama, se durmieron tarde otra vez y están casi tan cansadas de la rutina como ella, que ganas de no tener que levantarse otro día más, como desde hace cuatro años, cuatro meses y trece días! Sin esperar nada de la vida, sin dejar de llorar en la noche a escondidas cómo si alguien a fuese a ver! ¡Como si a alguien le importase si llora! La soledad no se conduele ni siente su pena permanente, ¿depresión? No se dice molesta, es TRISTEZA!!
Hablar consigo es su costumbre desde niña, no extraña pues interlocutor que la escuche, extraña a ese otro silencio que a veces se reía contagiosamente, o hablaba consigo como si lo hubiese heredado. Extraña ese beso de buenas noches, su voz que decía al llegar “Madre soy yo”, cómo si ella esperase a otra persona!. Sus pasos por la casa, su guitarra sonando con esa música heavy que era su último interés en tal arte! No hay nada en este mundo que pueda llenar ese vacío.
Y así un día tras otro, once o doce pasos, diecinueve o veinte que solo varían cuando en las noches da veinticinco o veintiséis cuando el cielo muestra su manto estrellado y sus ojos de sombra buscan ansiosos a esa, esa estrella que le titila en forma especial, que parece reír con esa risa que tanta falta hace en sus oídos!! Y se queda ahí sombra entre las sombras de la noche, abstraída, no siente el frío, está tan frío su cuerpo! Trece pasos exactos desde su dormitorio para pararse frente a ese cuadro que la sigue con su mirada cálida y amorosa, para hablar desde el corazón fragmentado, trece pasos de vuelta para zambullirse en la maquinita que la saca de su realidad! El note, su gran amigo en la yerma soledad.
Es la vida de la sombra de la pequeña cabaña al pie del cerro, ¿vida?, bueno algo similar a vivir es lo que realiza día tras día, noche a noche, esperando solo que se apiade el universo y la lleve a esa dimensión donde están los ojos oscuros profundos, la risa contagiosa, el alma que se llevó su alma!!
Sombra dolida y triste, fuimos una vez ¡¡felices!!
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