Me había negado tanto a reconocerme enamorada!
Y tuviste que ser tú romántico, adorablemente amado,
que nunca podrías ser mío, letra de poema inacabado.
Quien se grabó en noches de pasión desbordante,
en cada célula de mi piel que latía por ti apasionada.
Y fue aquél día del adiós, que debía ser permanente,
en una playa sin arenas que nos cobijó en la nada.
Las olas lloraron en saladas lágrimas nuestro dolor.
Nos juramentamos para nunca olvidarnos de la miel.
La miel de flujos intercambiados al son del amor.
Del amor que terminaría siendo transformado en hiel.
Hiel que saboreamos cada hora de lejanía obligada.
Tú en esa lejanía física pero tan internamente cercano.
Yo en vacías noches de pasiones, en horas copuladas.
Cruel destino que nos separó, tanto amar eterno en vano!