jueves, 26 de junio de 2014

La Tumba



No hay oscuridad más tenebrosa, más odiosa,
que la que reina en esa profundidad cavernosa.
Allí donde yacen mis ilusiones, mi mayor anhelo.
La tumba de mis sueños, agujas agudas de hielo.

Me hundo en esa profunda, fría y hostil cavidad
Cada vez que afronto y duele, mi cruel realidad.
La tumba de mis alegrías, donde reina el silencio.
Donde atenaza la soledad, que allí se aquerenció.

Las notas desafinadas de mis gritos y llantos.
Guarda la tumba, que nadie sepa mis quebrantos.
El mundo gira y exige la risa, el gozo sempiterno.
Nadie quiere las zozobras de un ser en el averno.