He sentido la imperiosa necesidad de escribirte, cómo nunca quiero que estés en este plano para oírte reír de mis inquietudes y mis vivencias.
¿Cuál habría sido tu reacción en esta instancia?
Me parece oír tu voz medio en serio, medio en broma:
"Madre tú y tus complicaciones elegidas, ¿cuándo vas a dejar de buscarte atados?"
Habrías guardado un silencio, muy clásico, para ver que te respondía.
Y así me habrías de mostrado que una vez más había metido la pata hasta el cuello, y me habrías dejado más tranquila, y me habrías mostrado que el asunto no valía la pena!
Me hace falta tu voz y tu lógica!
Me haces falta tú
Te amo
Tu madre
sábado, 16 de noviembre de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario