El cielo está vestido de brillantes,
su manto luce cual seda azur
Es una noche para amantes,
aquellos que anunció el augur,
que enlazarían sus cuerpos desnudos,
en la danza infinita de fuegos,
compartidos en lenguajes mudos,
compartidos en mutuos juegos.
Yo abrazo mi soledad y recuerdo,
revivo tu cálida piel, tu aroma,
tus fuertes brazos,y me pierdo
hundida en el mar de lo cuerdo
para no gritar que sin ti muero,
para no arañar el vacío profundo,
pues el mundo, impersonal loquero,
me atrapa, me absorbe furibundo.
Sin ti estoy en un mar a la deriva,
y sin embargo, juego a existir,
día a día, y lanzo una diatriba
al sino que que no me deja partir
Noche de amantes infinitos, estrellada,
fría, y que invita al abrazo intenso,
al vals que provoca sensaciones aladas,
de dos que son uno hasta el disenso.
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