Hay una choza derrumbada por las inclemencias del desengaño!
Por los tornados de tus silencios que sacan de cuajo sus
bases.
Esa choza que alberga mi paz, mis sueños, de sol tomaba
baños.
Huracán desatado de pasiones, no pudo evitar que la
abatieses.
Que hago dime tú, para levantar sus débiles murallas otra
vez.
Han quedado dispersas por inimaginables lugares mis
emociones
Cómo pueden ser tan, a merced de tu irrupción, tan frágiles?
Buscare una caverna, reuniré los pedazos, no habrá rendiciones
Tu regreso encontrará solo retazos, no habrá más que
despojos
Y volverás, eso es seguro, eres de esos vientos recurrentes
Pero ya no estará la choza allí, ni el amor puesto de
hinojos
Y rugirá tu sexo, tu libido, por lo que quizás no es más tu
alatés
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