He transitado por la alegría y la he disfrutado,
los caminos del dolor me invadieron con alevosía.
El amor, los amores, los enamoramientos...pasado.
La pasión ardiente, mi piel candente está todavía.
Pasión por morir, pasión por sobrevivir,
pasión por escribir ante el infinito sordo,
pasión por querer abrazarte y tu voz oír,
pero la pasión mía termina en el entorno vilordo.
Un pájaro de fuego cruza raudo mi cielo,
una borrasca y tupidos copos blancos fríos,
intentan atraparlo, encerrarlo en un albarelo,
y el majestuoso bate sus alas con gran brío.
Una columna erguida de hermosa factura,
sostiene una nube rosa de sueños en carrusel,
los tuyos inconclusos, los míos sin lectura,
quizás en otra realidad sean, no en esta babel.
Un velero cruza mi cielo, es majestuoso,
los caminos son torrentes cantarines,
los árboles bailan en corros fastuosos,
las estrellas enraizan al son de clarines
Pasión de mundo loco en que quiero entrar,
más la mente se niega y tenaz razona,
la imaginación lucha y logra crear,
la razón masculla cual vieja rezongona
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